domingo, 21 de noviembre de 2010

La Voz de lo Eterno





Alleluiah!
Hildegard Von Bingen
Alleluia!
O virga mediatrix,
sancta viscera tua
mortem superaverunt
et venter tuus
omnes creaturas illuminavit
in pulcro flore
de suavissima integritate
clausi pudoris tui orto.

*
¿Qué lleva el aire?

¿Qué lleva el aire, qué lleva?
Ese son, esa soflama,
esa voz que me desvela,
ese himno que reclama
mi pasión y la subleva;
dime, corazón dichoso:
¿Qué lleva?

¿Hacia donde se dirige?
¿por qué en mí se demora?
¿por qué mi delirio exige
y obtenido lo enamora?

¿Que quiere de mí, qué quiere?
Si me rindo a su hermosura
hasta amarla con locura
¿por qué tan honda me hiere?

¿Que lleva el aire, qué lleva?
Una voz que me reclama
cuyo ardor de suave llama,
inflamándome, me eleva.





O Vis Aeternitatis
Hildegard Von Bingen
Vis aeternitatis
que omnia ordinasti in corde tuo,
per verbum tuum omnia creata sunt
sicut voluisti,
et ipsum verbum tuum
induit carnem
in formatione illa
que educta est de Adam.
Vis aeternitatis
Vis aeternitatis.
*

Ay, Poder de lo Eterno

Ay, Poder de lo Eterno,
qué dulcemente hieres
poblándome el infierno
con cielo de mujeres.

Potencia Femenina,
Eterno Paradigma:
es vuestro alma divina
del hombre grato estigma.

Ay, Poder de lo Eterno,
la herida que me infieres
un gozo es sempiterno
nutrido por mujeres.

*****