miércoles, 7 de noviembre de 2012

Jean-Jacques Henner: Cuerpos de luz (I)





El término 'expresivo' ha de ser bien comprendido:
la forma es a veces 'expresiva' cuando está mitigada.
A veces la forma expresa lo necesario de la manera más expresiva
cuando no va hasta el límite sino que se queda en esbozo e indica
meramente la dirección hacia la expresión externa.
Wassily Kandinsky. De lo espiritual en el Arte.


Introducción
Es Jean-Jacques Henner uno de esos artistas (pintor, en este caso) que se muestra reacio a seguir las corrientes artísticas contemporáneas a su tiempo, y, a la vez, tampoco es anunciador del cambio por venir. Sí se puede asimilar a ese grupo de inconformistas que delatan un estilo ya fatigado y que buscan nuevas formas de expresión; a este grupo pertenecerían, también, los Böcklin y Von stuck. Sabemos cómo acabaría toda esta inquietud artística: renacimiento, por un lado, de los cánones clásicos en un academismo idealizador; y, por otro lado, en una nueva perspectiva del hecho pictórico y lo que con él se quiere y busca representar, que daría lugar a una nueva visión del color y la forma en la expresión de un estado espiritual, sustanciado en el impresionismo, primero, al final del siglo XIX, y a las vanguardias de un arte Nuevo --constructivismo, fauvismo, dadaísmo, cubismo, arte abstracto, etc)--, después. Henner no anuncia el impresionismo de una forma consciente, pero en sus obras ya está implícito al presentar las figuras inmersas en el todo del escenario que constituye el cuadro. Los paisajes, en su caso, en su etapa más personal y característica, están ausentes, sólo son manchas de color, trazo grueso cromático, de donde surgen luminosas las formas orgánicas. Ni qué decir tiene que estas formas están cargadas de sugerencias y significados. La precisión en el detalle es lo de menos, lo de más es la precisión en el trazo, en la proporción, que líneas y color dibujan sobre el lienzo. Es posible así recrear con muy poco (apenas pinceladas) la imagen más precisa y sugerente. En esto, el alsaciano Henner no tiene rival. Pareciera que buscase --ya antes que los impresionistas, y, por supuesto, que los expresionistas-- la esencia en la mínima expresión. Los cuerpos --ya de mujeres, ya de Cristo muerto-- aparecen con toda la fuerza dramática por medio de esta sugerencia que deja a la voluntad del espectador el completar toda la información gráfica: lo que sugiere deja, pues, el cuadro abierto, mas preciso en el mensaje. El espectador, de modo milagroso, en estos a veces poco más que esbozos, es capaz de ver, sentir e interpretar todo lo que su alma evoca en la poderosa sugerencia que tiene ante sí. Es la magia del artista, de la sensibilidad singular que con su talento es capaz de plasmar creando, no ya un estilo (no lo creó, fue único), sino una apuesta exclusivamente personal y propia.

Sus retratos, por otra parte, participando de esta singular técnica, consiguen expresar la psicología del retratado mucho mejor que una pintura realista; pues la realidad no basta para hacer aflorar rasgos del carácter que permanecen ocultos incluso a la más perspicaz de las miradas. Henner, por lo mismo antes apuntado, es capaz de hacerlo. Su Religieuse, por ejemplo, tiene una fuerza arrolladora, y no es más que una silueta de un rostro ensombrecido sobre un fondo casi negro: no puede decir más con menos. Las series en que retrata a personajes de su propia familia o amigos a medida que envejecen son otra prueba de esa pasmosa facilidad para captar lo esencial: el tiempo y su encarnación en el cuerpo.
De todos estos casos se acompañan en los dos siguientes posts suficientes muestras (exhaustivas en el caso de los retratos, completas en el caso de las representaciones figurativas). No importa que en ocasiones las obras no sean sino bosquejos, la fuerza de su expresión es suficiente como para ser considerados obras maestras de la concisión. Arte netamente figurativo, no obstante, recoge cierta tendencia impresionista y abstracta en el tratamiento del color y de la luz. Su obra academista, por otra parte (el Premio  de Roma, de 1858, Adán y Eva encontrando a Abel muerto, Salomé, La Casta Susana o Byblis transformada en primavera) nada tiene que envidiar a los más grandes de entre este estilo (Gerôme, Bouguereau): dibujo perfecto, escenas originales, equilibrio en la luz y la forma. Pero su alma, su alma de artista, personal y única, pudo más, derivó en un estilo propio que no se parecía a ninguno y que nadie seguiría después (aunque puedan encontrarse ciertas connotaciones en Von Stuck, pero más propias al oscuro estilo de este artista que a una utilización imitativa del alsaciano en las atmósferas imprecisas y sugerentes).

Me ha parecido oportuno realizar el mejor homenaje a este artista por medio de la palabra sugerente: la palabra poética. Sendos poemas alusivos al contenido de las obras a las que preceden: La Mujer: el Esplendor de la Vida (Cuerpos de Luz 1), y El Hombre: el Resplandor de la Muerte. Retratos (Cuerpos de Luz 2). Creo que es la mejor forma de acercarse a este artista que tuvo el coraje de salirse del camino trazado para seguir el imperativo de su voz interior.

-o-


Cuerpos de Luz 1
Homenaje a Jean-Jacques Henner

I
¿Habita la luz en los cuerpos? 
¿Es la piel estrellado firmamento de la vida? 
Habitan mil soles en el cuerpo del vivo:
constelación de luz;
pero también mil lunas en el del muerto:
 luz momificada.
Tienen los cuerpos luz propia,
luz llena de significados.
Es la vida luz que los cuerpos reflejan,
es la muerte luz que en los cuerpos se apaga.
Luz destello en el cuerpo intenso;
luz mortecina en la carne sin vida.
Juega en los rasgos la luz:
 se encarama a los resaltes que domina,
y huye de los desfiladeros donde se abisma.
Se trenza al cabello, acaricia los senos,
 se esconde en los pliegues
ocultando secretos,
destella en las curvas
con fulgores sinceros;
 parece brotar, copiosa,
desde las cimas y los apogeos,
y enterrar sus raíces
en el núcleo del misterio.
 Es luz, solo luz,
mas es la luz de los cuerpos,
que fulge y estalla 
en los ojos sedientos.
Sedientos de luz 
que sólo brilla
en la piel de los cuerpos.

II
Ama la luz el entorno azul,
los mil azules que tiñen
todos los posibles cielos:
del azul celeste al azul infierno,
del azul de Prusia al azul eléctrico,
del lapislázuli al zafiro,
del cian y el añil al azul casi negro,
del azul en aurora encendido
al azul congelado del hielo.
Ama la luz el azul porque
sugiere un espíritu quieto,
un océano de espíritu
profundo e inmenso;
espíritu que ama la luz,
y que es luz azul
abismada en lo eterno.
El rojo matiz añadido a la luz
de lo azul, apenas ardiendo;
es pasión contenida 
sugiriendo en la piel
de la luz algo incierto;
rubor de la luz
en el tibio reflejo,
en el fondo ocre
fundido en lo negro. 
La luz, entonces,
saltando del cuerpo,
se abraza a los ojos,
se funde al aliento,
del espectador
siempre sediento.
Y allí permanece
prodigando caricias de luz
--los dedos destellos
de un rojo lejano
del fondo surgiendo--
al espíritu entregado
en la luz de un ensueño.
Cabellera encendida,
alumbrando sentidos
al cuerpo de luz
que es brillo y deseo.
Milagro de luz
que en llamas azules
derrite lo gélido,
derrota la noche,
derrama silencio,
Milagro de luz,
la luz de los cuerpos,
que pulsa radiante
del teñido lienzo,
y cruza el espacio
inundando de luz
el ojo universo.

III
Dedo de un dios, el pincel,
es de la luz el diseño:
el trazo sabio contiene
esa tendencia al exceso
al que la luz siempre tiende
liberada de sus términos.
La luz, así domeñada,
moldeada con talento,
se convierte en un prodigio
de significado inmenso. 
Mancha de luz que sugiere
la sensualidad de un cuerpo:
aliento de un dios que exhala
el espíritu en un sueño
y lo coloca en el marco
estrecho de un planisferio.
¡Cuánta vida en un retrato!
¡Cuánta luz en un reflejo!
¡Cuánto lo así insinuado
a la luz del sentimiento!

¡Prodigio! ¡prodigio! 
y no me canso
de reconocerlo:
imposible decir tanto
con mensaje tan escueto.
Sólo parece posible
si es la luz el manifiesto,
como si la luz del Todo
estuviera en lo Uno inserto
y cada átomo de luz
del Todo se hiciera eco.
 ¿Qué extraño Ser, qué demiurgo,
es capaz de tal portento?
¿Qué se esconde en realidad,
detrás del alma del genio?
Esa intuición, ese olfato,
ese carácter profético,
¿No es la divinidad misma,
irradiando en forma de estro?
¡Prodigio! ¡Prodigio de luz!
--algo en mí, a voz en grito--
cuando sus cuadros contemplo.

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GALERÍA


Jean-Jacques Henner
(1829-1905)

1. La Mujer: el Esplendor de la Vida (contrapunto)

Portrait of Madame Laura Leroux
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Salomé (1870)
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La Chaste Suzanne
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Woman in a Black Divan (1865)
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Femme couchée (Femme au divan noir)
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Liseuse
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Dormeuse
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Dormeuse
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Nymphe endormie
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Rêve ou Nymph endormie
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Rêve ou Nymph endormie
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Rêve (study)
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Reclinning Nude
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Femme nue couchée dans une fourrure (1892)
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Byblis turning into a Spring
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Byblis changée en source
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Byblis changée en source
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Byblis changée en source
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Byblis changée en source
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Nymphe endormie
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Nymphe endormie
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Nymphe endormie
.
Naïade
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Naïade (Detail)
.
Naïade
.
Femme couchée
.
Étude pour le soir
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Femme Couchée (Inspirée de la Vénus endormie de Titien)
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La Fontaine
.
La Fontaine
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La Fontaine Serie

   
  
...
La Source (1881)
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La Source
.
La Source
.
A Bather (Echo) (1881)
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Nymphe qui pleure
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Rêverie
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Rêverie
.
Solitude
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La Vérité (1898-1902)
.
La Verité
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La Verité (Études de femmes)
.
La Verité Serie

  
  
  
....
Sara la Baigneuse
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Femme nue se mirant dans l'eau
.
 
Femme tenant une lyre
.
Femme drapée assise
.
A reclining nude
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Femme Nue Debout
.
Femme Nue Debout Serie

  
...
Andromède (1880)
.
Andromeda Series

   
...
Deux femmes nues
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Les Naïades (1877) (1)
.
Les Naïades (1877) (2)
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Les Naïades (study)
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Eglogue (v 1)
.
Eglogue (v 2)
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Eglogue (c 1)
.
Eglogue (c 2)
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Idylle dite Mélodie du soir 
.
Idylle dite Mélodie du soir 
.
Idylle dite Mélodie du soir  Serie

 
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.
 
Idylle dite Mélodie du soir (deux copies sur le même theme)
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Study for A Nude in A Landscape
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Pleureuse  (Weping Magdalene)
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Madeleine repentante
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Madeleine agenouillée (c 1)
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Madeleine agenouillée (c 2)
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La Madeleine dans le désert
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Madeleine pénitente (1878) Mulhouse, Musée des Beaux Arts
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La Madeleine (1881)
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Madeleine Serie

  
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Madelaine dans le Désert
...
Atala
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Atala Serie

  
..
Le Lévite d'Ephraim et sa Femme morte
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Le Lévite d'Ephraim et sa Femme Morte
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Le Lévite d'Ephraim et sa Femme Morte
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La femme du lévite Éphraim
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